Vinos Orgánicos, el futuro de la viticultura

La conciencia social cada vez es mayor y la tendencia de consumo está en constante evolución de crecimiento.

Los vinos orgánicos son aquellos que se elaboran según los estándares y las normativas de la agricultura ecológica, evitando los fertilizantes químicos y plaguicidas y empleando abonos orgánicos naturales en los viñedos.

En los últimos años, los lineales de supermercados se han inundado de este tipo de productos que evitan utilizar productos agresivos para el medio ambiente y apuestan por el crecimiento natural.

Respetando el ciclo natural

La manera de elaborar vinos orgánicos o ecológicos no es muy diferente de cómo se han elaborado tradicionalmente. Es una vuelta al cultivo de los años 50 utilizando la tecnología y los conocimientos agrícolas actuales. Uno de los factores más importantes en la viticultura orgánica es el abonado de la tierra con elementos naturales como el estiércol o el compost.

Este tipo de materia totalmente ecológica nutre el suelo permitiendo que la planta crezca de manera lenta y natural.  Los calendarios de crecimiento, maduración y recolección suelen ser ligeramente diferentes a los vinos no orgánicos. El respeto al ciclo natural es fundamental.

En los viñedos ecológicos se utilizan técnicas ancestrales agrícolas. Son aquellas basadas en el aprovechamiento racional y equilibrado de los recursos naturales. Respetan el equilibrio vegetativo de cada cepa gracias a los abonos minerales.

En este tipo de agricultura extensiva se minimiza el número de tratamientos químicos en el viñedo y solo será necesario emplear fungicidas naturales contra enfermedades relacionadas con los hongos.

Todos los tratamientos fitosanitarios químicos se sustituyen por productos naturales de origen biológico. Por ejemplo, a partir de las hojas, el tallo, los troncos de la vides, el material vegetal residual o el estiércol animal se obtiene el compost que sustituye los abonos químicos.

Los herbicidas se sustituyen por animales que pastan entre las viñas y eliminan las malas hierbas de manera natural. Para lograr la fertilización natural se apuesta por el cultivo de hierbas y plantas ricas en nitrógeno. De este modo se disminuyen los residuos industriales en los suelos, el agua y la atmósfera y no genera efectos negativos en el ecosistema.

Como hemos visto, el proceso productivo del vino orgánico es similar al tradicional. Su elaboración no exige un coste significativo, más allá de lo que encarece los procesos manuales. Con respecto a su calidad, el vino orgánico está elaborado con uvas sanas y maduras. Un producto final más natural y fresco que proporciona una mayor cantidad de vitaminas, minerales y nutrientes en general.

Sin embargo, para que un vino sea considerado orgánico es necesario que tenga un certificado expedido por los organismos oficiales. Estos certifican que se han seguido las políticas de sostenibilidad establecidas.

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